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COVID-19 motiva emprendimiento ibérico

Al igual que en México, durante los últimos meses se ha dado un incremento considerable en la iniciación de nuevos negocios en España por parte de la población de entre 30 y 40 años de edad que, al perder su trabajo o ver una reducción en su salario, optó por el autoempleo para generar o apuntalar sus recursos económicos.


Como ya se ha dicho muchas veces, la pandemia por COVID-19 que se anunció a inicios del año pasado pegó a la economía de todo el mundo y, aunque hay importantes diferencias según la región del mundo de la que se trate, la respuesta de las poblaciones de entre 30 y 40 años de edad sí fue muy similar ante los recortes y las bajas salariales: el emprendimiento.


Así como en México aumentó el autoempleo en los últimos meses, también en España se dio un fenómeno similar. De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) —el equivalente al INEGI— la creación de empresas en el primer semestre de 2021 ha sido mayor en un 57.6 por ciento en comparación con el mismo periodo del año pasado.


El estudio titulado “Ecosistema emprendedor en España”, publicado por EAE Business School, reveló que la intención emprendedora —es decir, el deseo de optar por la creación de una nueva empresa— en España es sensible al ciclo económico.


Entre las cifras que destacan en el estudio está la de que entre 2008 y 2012 fue cuando el emprendimiento registró su cifra más alta con un 12 por ciento. Luego de ese lapso la intención emprendedora se redujo a la mitad y fue hasta 2015 y 2016 cuando se incrementó nuevamente. Esta tendencia se reafirma con la crisis sanitaria a raíz de la pandemia.


De acuerdo con lo que encontró la EAE Business School, la mayoría de los emprendedores españoles tiene una media de edad de 37 años, aunque su edad media consolidada suele situarse entre los 40 y los 50 años, mientras que aquellos que deciden abandonar sus emprendimientos tienen, en promedio, 48 años de edad.


Los rangos de edad anteriores coinciden en cierto grado con lo mencionado en la “Radiografía del Emprendimiento en México” realizada por la Asociación de Emprendedores de México (ASEM), en la que se menciona que el 31 por ciento de quienes iniciaron su negocio a raíz de la crisis sanitaria tiene entre 35 y 45 años.


Otro punto de coincidencia entre los emprendedores mexicanos y los españoles está en el hecho de que la mayoría optó por iniciar sus negocios con fondos propios. De acuerdo con el informe de la EAE Business School en un 59 por ciento de los casos los fondos provinieron de ahorros personales, mientras que en un 7 por ciento, de familiares. En el caso de México, el 90 por ciento hizo uso de sus recursos.


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