« Hemos encontrado que son los jóvenes los que más se interesan por incorporar nuevas tecnologías en el campo y pueden ser intermediarios con las generaciones mayores. »
Para que el campo no se quede rezagado ante el futuro tecnológico es necesario repensar procesos tradicionales y no temer a nuevas prácticas. El escepticismo de las generaciones mayores es el principal reto en el sector agrícola, pues la revolución digital requiere de la confianza de ellos, pero también del compromiso de quienes impulsamos el cambio mediante la innovación. Mi experiencia en este ámbito se enfoca en el riego, una técnica crucial que se basa en recursos no renovables: el agua y el dinero. Si se desperdician, no hay vuelta atrás.
En el riego todo comenzó con una rústica y simple pastilla a ojos externos, pero la cual requirió años de investigación, pruebas y desarrollo por parte de un equipo de miles de personas, en el caso de Netafim. Eso ayudó al buen manejo del agua, a sentar las bases de una conciencia ecológica en el sector primario y, por parte de la invención, a encontrar más necesidades que obligaron a un perfeccionamiento de soluciones.
Los avances tecnológicos en el riego comenzaron con el goteo con una pastilla, que luego pasó por sistemas de irrigación, inyección de fertilizante, tecnología de manguera, conducción de gota, hasta llegar a equipos de cerebro agronómico que llevan a la agricultura a una nueva dinámica digital. Sin embargo, México aún tiene muy arraigada la forma tradicional de trabajar el campo. El no buscar alternativas es lo que entorpece la innovación en la agricultura.
Mucha de esa reticencia es por el miedo a delegar a alguien más lo que se ha venido haciendo por años, es más, por generaciones, si hablamos de prácticas. Hemos encontrado que son los jóvenes los que más se interesan por incorporar nuevas tecnologías en el campo y pueden ser intermediarios con las generaciones mayores.
Con ellos interesados en el Internet de las Cosas, el Big Data y el almacenamiento en nube, es más fácil encontrar el camino hacia un cambio basado en el manejo de plataformas que procesen información y recomienden modelos dinámicos de cultivos.
Una experiencia en digital farming a la que apuesta Netafim con NetBeat, por ejemplo. México siempre ha sido punta de lanza para la implementación de tecnología, y en el sector agro, lo digital está ganando terreno, con un 30% de personas que ya adoptaron esta tendencia.
Vamos más adelante que países como Australia, Brasil, India y Francia. Las mejores prácticas de empresas de este ámbito se deben enfocar en hacer que el agricultor crezca, que le sea fácil la transición al futuro tecnológico, con un acompañamiento íntegro.
Nuestro compromiso es dejar clara la importancia del riego y cómo éste no sólo impacta positivamente en el bolsillo y el medio ambiente, sino que también re-configura prácticas y actividades para que los recursos humanos se aprovechen mejor.
HÉCTOR KELLY CERVANTES
Automation Product Manager, en Netafim México.
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