Los emprendimientos mexicanos desarrollados por estudiantes tienen cada vez más plataformas para mostrar su potencial y desarrollarlo. Los jóvenes, hombres y mujeres, están tomando en cuenta el cuidado de los recursos naturales, así como a las poblaciones con alguna discapacidad para beneficiarlas mediante la tecnología.
El bienestar, la salud, la simplificación de tareas cotidianas y el cuidado del medioambiente están entre los principales ejes rectores de las startups mexicanas que destacaron durante este año en algunos de los concursos convocados por el Tec de Monterrey que buscan acelerar el crecimiento de los emprendimientos que se sustentan en la innovación tecnológica. Algunas de estas empresas, quizá posibles unicornios en ciernes, son:
Ambient
Este proyecto consiste en la producción de bioinsumos a partir de la transformación de residuos orgánicos como composta y biofertilizantes líquidos, con el objetivo de regenerar el suelo. La startup, dirigida por Margarita Esperón, fue la ganadora del primer lugar del Heineken Green Challenge. “Creamos productos y marcas comerciales de nuestros materiales y tecnologías que nos permiten incrementar un 58 por ciento de la producción del campo, reducir el consumo del agua en un 40 por ciento y reducir el costo de los insumos hasta en un 20 por ciento”, dijo Esperón.
Icos
Dirigido al ámbito de la salud, se trata de un dispositivo de bajo costo que atiende tres áreas fundamentales para quienes son parte del espectro autista: socialización, comunicación y flexibilidad e imaginación. Max García, representante del proyecto, comentó: “Icos facilita la comunicación a través del uso de imágenes, las cuales el dispositivo puede interpretar para activar funciones que ayudan a terapias marcadas por los especialistas”.
Nazar
Pensada para facilitar la cotidianidad de las personas con debilidad visual, es una plataforma que, por medio de tecnología de reconocimiento de imágenes, avisa a su usuario qué hay frente a él. Alma Alvarado, la desarrolladora de Nazar, comentó: “Queremos mejorar la calidad de vida de personas con discapacidad visual, generándoles independencia y seguridad en su día a día, brindando una experiencia más accesible y cómoda con su entorno”.
Tierra Prieta
Este emprendimiento, ganador del segundo lugar del Heineken Green Challenge, promueve la instalación de hornos sencillos en el campo donde los agricultores pueden procesar sus residuos agrícolas y convertirlos en biochar, compuesto que mejora las propiedades del suelo. “Con el biochar regresamos fertilidad al suelo, ya que por la estructura de esponja absorbe agua y fertilizantes evitando que se filtren lejos de la raíz”, explicó Andrés Chapa, representante del proyecto.
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