En la era de la información la exposición a artículos falsos prolifera en las redes y se acelerará aún más con el Internet de las Cosas. Un informe de Gartner arrojó que para el 2022, el 50% de las notas que habrá en Internet serán falsas. Sin embargo, no existen herramientas ni tiempo suficiente para discernir qué es verídico o no.
Esto ha provocado que se privilegien las prácticas de consumo de medios tradicionales. Las fake news tomaron mucho más relieve durante las campañas electorales en Estados Unidos a lo largo del 2016 y hoy su impacto ha provocado que las empresas —sobre todo las enfocadas en lo digital—se cuestionen sobre las normativas.
La inmediatez es el factor que más favorece a las fake news y su viralización tiene mucho que ver con su bajo costo de producción, además de su promoción a través de estrategias de clickbait, en sitios que usan variantes de títulos web muy reconocidos que llevan a la suplantación de identidad (phishing).
Pero, ¿cuál es su finalidad? Según Marc Amorós, en su libro Fake News, la verdad de las noticias falsas, aquel que escribe y promueve este tipo de contenido busca obtener un beneficio, ya sea económico, político o ideológico, que en muchas ocasiones supera al de los
esfuerzos lícitos.
Si bien la inteligencia artificial (IA) ha ido ayudando a verificar las noticias aún no existe alguna solución eficaz para eliminar las fake news completamente, pues una IA no es capaz de entender los contextos enmarcados por el sarcasmo o el humor propio de una cultura.
En este sentido, se reconocen iniciativas como Facebook, quien ha puesto en marcha un plan estratégico para identificarlas y combatirlas en todas las redes que posee como compañía (Instagram y WhatsApp); obligará a que los anuncios de comercialización y de índole política
aparezcan con la información sobre quién ha pagado por ellos, cuándo se pusieron en marcha y a qué público va. Además de que eliminará continuamente las cuentas
sin uso para evitar spam.
Google, por su parte, desde marzo de 2018, mencionó su intención de colaborar con periodistas para generar información de calidad y evitar la proliferación de mentiras y rumores.
Existen formas de prevenir la proliferación de rumores y fake news:
• Entender cuándo un mensaje fue escrito o enviado.
• Corroborar en distintos medios oficiales para identificar si la información fue editada.
• Revisar si los mensajes provienen de links sospechosos y/o si cuentan con errores ortográficos.
• Confirmar datos antes de compartir información.
• Cuestionar las noticias virales.
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