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Moldeando la mentalidad de los líderes

POR Angel Contreras Moreno, Presidente del Consejo Ejecutivo Nacional del IMMPC


Las soft skills se han hecho notar y han tomado mayor relevancia al evaluar a un candidato para un puesto, en especial un puesto directivo. Según el Foro Económico Mundial, para el 2025 todo líder debería tener desarrolladas 4 tipos de habilidades, tales como: resolución de conflictos, autogestión, uso de la tecnología y trabajo en equipo.



La capacidad de liderazgo viene de la mano con saber delegar, existe una frase de Robert Half que dice «Delegar el trabajo funciona, siempre y cuando el que delega también trabaje», no solo con poner a alguien que sabe hacerlo significa que tiene desarrolladas habilidades de un directivo.


Buscamos dar un panorama de las habilidades blandas que necesita todo directivo. Las compañías buscan personas que cumplan con las competencias que las vuelven altamente efectivas, lo que convierte a las soft skills en un requisito para triunfar en la actualidad.


Las soft skills o habilidades blandas son una mezcla de competencias sociales, atributos personales, cualidades y actitudes que permiten a las personas desempeñarse adecuadamente en su entorno. Se consideran determinantes para alcanzar el éxito, de la mano de los conocimientos técnicos o profesionales. Algunas de estas habilidades son liderazgo, confiabilidad y organización.


«En un mundo en el que los roles de trabajo están

continuamente en cambio, las habilidades blandas serán

un de las pocas constantes»

– Chris Jones


Entre estas habilidades, hay una selección que son más valoradas y que serán de gran utilidad para el futuro del trabajo: Pensamiento analítico; aprendizaje activo; resolución de problemas; análisis; iniciativa; liderazgo; control de la tecnología; programación de la tecnología; resiliencia y razonamiento. Al desarrollar estas habilidades, se conseguirá un mejor perfil y herramientas más efectivas para tu vida laboral y personal.


Para adquirir estos conocimientos existen 3 vías principales, empezando por la experiencia, que el conocimiento que se consigue por medio de vivencias y al realizar las acciones personalmente. Se adquieren a lo largo de la vida y se engloban en un conocimiento práctico.


Luego encontramos el autoaprendizaje el cual forma parte de nuestro instinto, se desarrolla a muy temprana edad y nos motiva a conocer temas de nuestro interés. Puede ir de la mano del aprendizaje académico o de la experiencia, pero su principal propósito, sin importar su ámbito, es la realización personal y el incremento de potencial de nuestras habilidades.


Por último tenemos la mentoría, el conocimiento que transmite un mentor, que como su nombre lo indica, comparte sus experiencias y conocimientos con su aprendiz, y este a su vez los interpreta a su favor para desarrollarse con éxito ya sea a nivel personal, profesional o ambos. El eje central de la mentoría es la comunicación, por lo que permite mayor apertura de áreas y temas que tratar.


Todo el aprendizaje adquirido a través de estas vías o por algún otro método nos permite desarrollarnos en nuestra vida laboral y en nuestra vida personal, el dominar las diferentes soft skills nos puede abrir muchas puertas y guiarnos hasta el éxito de la mejor manera y siendo al final, la mejor versión de nosotros mismos.

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