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Usa el Interés Compuesto a tu favor

Se escucha hablar del Interés Compuesto (IC), ya sea en alguna clase, en las noticias o en el banco, sin embargo, es un concepto que no siempre suele quedar claro, porque no sabemos cómo funciona, cuál es su beneficio o cómo lo gano. Y podemos llegar a pensar que es algo muy complejo.




¿Qué es y para qué sirve?

Lo que suele quedar claro es que quien lo entiende, lo gana y quién no, lo paga.

Albert Einstein llegó a decir que el interés compuesto es la fuerza más poderosa del universo, ¿será cierto? No tenemos la certeza, pero lo que sí es cierto es que la magia está en la reinversión de los intereses ganados y la fuerza exponencial que genera cuando es bien usado.


De tal forma que los elementos claves para entender el Interés Compuesto son la reinversión, el tiempo y la tasa de interés.

El tiempo funge como la variable que determina la duración a la cual va a estar invertido el capital; que, al reinvertirse junto con los intereses generados, es capaz de crear ese famoso efecto multiplicador.

A manera de darle claridad a su funcionalidad, la tasa de interés, en esta ecuación hace referencia al costo del dinero, es decir, lo que se va a pagar por utilizar una cantidad de dinero durante un tiempo determinado o en algunos casos a recibir a cambio de un préstamo otorgado o en una inversión.


Para el interés compuesto conocer la tasa de interés es un elemento relevante, porque esta influye directamente en el excedente que se va sumando o generando sobre el monto inicial.

A manera de resumen, el interés compuesto es un aliado cuando de inversión se trata, porque el capital inicial se incrementa por la suma de intereses generados durante el tiempo elegido, o un enemigo cuando de deuda se trata.

¿Es momento de volver a ver a los CETES?

Una vez entendido lo anterior y contemplando el aumento de tasas a nivel mundial, surge la siguiente pregunta, ¿es tiempo de mirar a los CETES y reinvertir en ellos?

Los Cetes son títulos de deuda pública emitidos por el Banco de México y respaldado por el gobierno, lo bueno de estos vehículos de inversión es que no cobran comisiones por invertir en ellos, y se considera que son uno de los instrumentos con menor riesgo por eso se les llama “activos de refugio o libre de riesgo”.


Este instrumento se adquiere a un precio de descuento, es decir, por debajo de su valor nominal de $10. La ganancia que se obtiene es la diferencia entre el precio pagado al adquirirlo y su valor nominal al vencimiento a plazos disponibles es de 28, 91, 182 y 364 días.

Actualmente este vehículo se encuentra en una posición atractiva de inversión debido al aumento de la tasa de referencia en el país utilizada para medir su rentabilidad, por primera vez en sus más de 25 años de autonomía, el Banco Central aplicó un alza de 75 puntos base a su tasa de interés para ubicarla en 8.50 por ciento, lo que ha hecho que los inversionistas en CETES reciban mayores rendimientos.


Contemplado este contexto, consultamos a algunos expertos sobre si es momento de volver a ver a los CETES como opción de inversión y comentaron que, ante las recientes alzas a las tasas de referencia por parte del Banco de México, el invertir en CETES puede resultar muy atractivo en tiempos de alta inflación ya que pueden ayudar a los inversionistas a mantener su posición y no perder el valor de sus activos. Sin embargo, es importante contemplar una estrategia diversificada con miras al largo plazo, ya que sin importar la turbulencia que los mercados están experimentando ahora, podremos sacar el verdadero valor del interés compuesto y así, generar riqueza.


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