POR Centro de Investigación y Desarrollo del IMMPC
La ciencia y la innovación son factores fundamentales en el desarrollo sostenible de cualquier economía global, de tal manera que México tiene la responsabilidad de promover un crecimiento responsable desde el punto de vista medioambiental, social y económico, con el fomento e impulso a la investigación, al desarrollo tecnológico y la innovación en una sociedad basada en el conocimiento. La innovación y su contribución al fortalecimiento de la competitividad de las empresas ha sido impulsado en los últimos años por procesos como el de internacionalización de los mercados, la segmentación del consumo, el crecimiento de las economías emergentes y la crisis financiera internacional, por lo que el valor que ha adquirido la innovación resulta aún más valioso y necesario. En este contexto la sostenibilidad será un auténtico «indicador de competitividad» en las economías más avanzadas y que la innovación sustentable se convertirá en una necesidad a la hora de potenciar cualquier tipo de iniciativas, como valor diferencial de la innovación.
Las economías que consigan la implantación de sistemas productivos innovadores basados en los principios básicos de la sostenibilidad, el respeto al medio ambiente, el uso racional de los recursos, la durabilidad de los productos, y sepan introducir con acierto estos valores en el mercado y en la sociedad, conseguirán una ventaja competitiva debido a la sostenibilidad
de sus economías.
Sin duda, una de las vertientes de integración de la innovación en la gestión empresarial pasa por reconocer y aceptar la sustentabilidad como una oportunidad de mejora competitiva de las empresas en tanto que propicia las relaciones con los grupos de interés con los que se relaciona (plantilla, clientes, proveedores, accionistas, comunidad) para generar un impacto positivo en su entorno en los ámbitos económico, social y medioambiental. Así, la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible adoptados por la Asamblea General de las Naciones Unidas, suponen un reto, a la vez que una oportunidad, para integrar estrategias sostenibles en las empresas.
¿QUÉ ES LA INNOVACIÓN?
Existen muchas acepciones de innovación dependiendo del contexto en que se utilice. Se presentan algunas definiciones:
«INNOVAR proviene del latín innovare que significa, acto o efecto de innovar, tornarse nuevo o renovar, introducir al mercado una novedad… INNOVAR también significa, alterar, cambiar, mudar modificar transformar, transmutar, variar, corregir, rectificar y muchas más acciones que utilizamos para establecer cambios físicos de algo».
«Innovación es la transformación de CONOCIMIENTO en nuevos productos y servicios. No es un evento aislado sino la respuesta continua a circunstancias cambiantes». 1001 Ways to Take Initiative, Bob Nelson.
«Innovación es la explotación exitosa de las ideas». UK Department Trade and Industry.
En estas últimas se introduce aparece un elemento adicional, característico del concepto actual de la innovación: un proceso de transformación. Hoy en día, el reto consiste en crear procesos organizados y sistemáticos en las organizaciones para lograr que continuamente produzcan resultados innovadores y exitosos en la exigente prueba del mercado, y conduzcan a la creación de una cultura de la innovación. La generación, selección e implementación de ideas es la columna vertebral de este proceso.
ESTRATEGIA DE INNOVACIÓN
Las empresas deben elegir la estrategia de innovación que deben aplicar para triunfar en el mercado o, simplemente, para sobrevivir, podemos pensar que una estrategia ofensiva puede ser la mejor para cualquier empresa, pero realmente la estrategia debe adaptarse a sus condiciones (financieras, productivas, de mercado, etc.) y a su entorno (Cuatrecasas, 2000; de Miguel, 2003). Por tanto, la mejor estrategia de innovación es la que se adecúa al entorno interno y externo de la empresa, pudiendo resultar incluso que cierta pasividad (en lo que a innovación se refiere) sea rentable para la organización.
Existen diversos tipos de estrategias de innovación, se citaran 2 básicos: ofensiva y defensiva.
Estrategia ofensiva: También llamada estrategia de líder tecnológico gracias a la introducción permanente de nuevos productos y procesos.
Las principales características de este tipo de estrategia son:
Asume un gran riesgo
La empresa pretende conseguir el liderazgo técnico y de mercado.
Espera una alta rentabilidad.
La empresa debe tener una orientación a la investigación y el uso de nuevas tecnologías.
Debe ser intensiva en Investigación + Desarrollo + Innovación (I+D+i)
Estrategia defensiva: Esta estrategia es la que adopta las organizaciones que siguen al líder tecnológico y en consecuencia asumen el hecho de no ser las primeras del mercado, pero tampoco quieren quedarse fuera de él. Permite solventar los riesgos específicos de una estrategia ofensiva que busca innovaciones radicales. A cambio, se deben optimizar las funciones para alcanzar ventajas competitivas que le permitan enfrentarse al líder. La identificación de nuevas necesidades del mercado y busca la manera de satisfacerlas; o, también, de encontrar aplicaciones económicamente pero no necesariamente espera a (Technology Push).
La estrategia es ofensiva en el sentido de que intuye necesidades o las cubre en anticiparse a sus competidores, pretendiendo, lo que le requiere de esfuerzos a partir del desarrollo de un conjunto de tecnologías. Se buscan ventajas competitivas sostenibles apoyadas en equipos de trabajo multidisciplinares en los que estén involucrados altos directivos, así como de marketing y de producción además del propio de la unidad de I+D.
¿QUÉ ES LA SUSTENTABILIDAD?
Según la Real Academia Española (RAE), la sustentabilidad es aquella que «se puede sustentar
o defender con razones». Entonces, es hacer uso correcto de los recursos naturales con el cuidado de no comprometer a las generaciones futuras.
Según, Herman Daly, economista ganador del Premio Nobel Alternativo o Premio Right Livelihood en 1996, define unos principios de la sustentabilidad:
Ningún recurso no renovable deberá aprovecharse a mayor velocidad de la necesaria.
Los recursos renovables no deberá utilizarse a un ritmo superior al de su generación.
Las sustancias contaminantes no podrán producirse a un ritmo superior al que pueda ser reciclado, absorbido o neutralizado por el medio ambiente.
¿QUÉ ES LA INNOVACIÓN Y SUSTENTABILIDAD O INNOVACIÓN SUSTENTABLE?
La innovación y sustentabilidad o innovación sustentable, es impulsada por la inquietud económica, social y del medio ambiente. Una empresa que produce productos con cuidado y consideración del medio ambiente siempre tendrá atención del mercado, ya que proporcionan un producto de mejor calidad que puede durar más que uno hecho de forma barata o sin consideración hacia su poder duradero, esto confirma que la concepción de la sustentabilidad, no solo aplica a la responsabilidad con el medio ambiente, sino, como estrategia comercial e inclusive fiscal. La innovación se ha convertido en algo más relacionado con el uso de los recursos (o los «costos energéticos») que con su simple producción, lo que permite a las empresas reducir su huella de carbono de forma significativa sin dejar de generar beneficios mediante soluciones innovadoras.
En septiembre de 2015, la ONU junto con los representantes de cada uno de los países pertenecientes, constituyeron la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible. Esta Agenda está definida como «un plan de acción en favor de las personas, el planeta y la prosperidad» (ONU, 2015, párrafo 5), además esta agenda contiene los 17 Objetivos de Desarrollo Sustentable (ODS), que están divididos en 169 metas. Asi mismo, los ODS dan continuidad a las pretensiones de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), aportando mejoras para su implementación.
¿POR QUÉ LAS ORGANIZACIONES DEBEN INCLUIR LA INNOVACIÓN SUSTENTABLE?
El cambio climático, según la ONU abarcan los cambios a ya no tan largo plazo de las temperaturas y patrones climáticos del planeta. Es ocasionado principalmente a la quema de combustibles fósiles que generan gases de efecto invernadero. El cambio climático no solo afecta en cómo la Tierra poco a poco está cambiando sus procesos naturales. Es una afectación que cambiará por completo la economía global.
Según la Administración Nacional de Aeronáutica y Espacio (NASA) bajo su departamento Global Climate Change y el IPCC, Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático que incluye a más de 1300 científicos, se predice que la temperatura del planeta aumentará entre 2,5° y 10º durante el próximo siglo. Las consecuencias ya se están experimentando pero el alcance total del cambio climático en distintas regiones va a variar con el tiempo. Las afectaciones no solo serán ambientales, también existirán fuertes impactos económicos por la escasez de materias primas y las interrupciones de las cadenas
logísticas.
Las empresas deben generar un cambio, un cambio real y positivo que permita dar la vuelta al cambio climático, incentivando e implantando el concepto de la innovación sustentable hacia dentro de la organización.
La sostenibilidad empresarial hace referencia a la capacidad de realizar las actividades durante un tiempo prolongado, teniendo en cuenta criterios sociales, económicos y ambientales que aseguren la continuidad del negocio. Además, debe convertirse en una prioridad para los empresarios, ya que es un factor que contribuye a aumentar la buena imagen de las entidades.
Ya no es suficiente que la empresa ofrezca un buen servicio o un producto diferenciado. las nuevas tecnologías han revolucionado los mercados, así como el consumo por reputación de la organización, por ende, el proceso de compra. Las empresas responsables buscan la conversación y la escucha activa con sus grupos de interés: clientes, proveedores, accionistas y colaboradores.
Se tiene la convicción que la ciencia, la innovación y la sustentabilidad serán el motor de desarrollo y competitividad de las empresas mexicanas. El estudio de las definiciones de innovación y sustentabilidad, así como el análisis de su comportamiento práctico conduce a formular la afirmación que deben ser gestionados con un enfoque de proceso y no como entes aislados y que por su complejidad e impacto social, ambiental y económico deben ser prioritariamente atendidos por las organizaciones.